Tus ojos me hicieron soñar bajo esa noche de gris otoñal, soñar con las escalas y los vértices monocromáticos de la ciudad. Al fin y al cabo, el ser humano es una medida, una magnitud para medir la intensidad de la vida vivida, unas pulgadas a cada paso. Estas son las palabras con las que hoy mido el mundo: Te quiero.

Heber Martín
Otoño de 2015
París

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