Emboscados
— Tiene razón, don Enrique. No se preocupe, saldará su deuda ese extranjero, con intereses.
— Gracias, excelencia.
Dirigiéndose ahora al otro...
— Dígame una cosa, capitán ¿por qué quiso ser soldado en el Perú, un hombre de su talento?
— ¿Qué sería la vida, vuesa merced, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo? —.
— Uhum, ya veo. Se toma la vida cómo un ultimátum. ¿No le parece un poco temerario?. Un hombre con dos hijas luchando a espada sobre el fango.
— A fe mía que no supe hallar consuelo en otra empresa que no fuese la de arriesgar la vida propia en salvaguardar la ajena, ni que me hiciera interés, ni que yo la entendiese. De tener el valor de intentar algo nuevo sabemos algo en España. Hágame justicia y téngame a sus pies, vuestra Excelencia —
Girando hacia la izquierda (Entra en escena Maria Antonia Josepha Johanna von Habsburg-Lothringen)
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