Suaves Céfiros
Nada más ver el día
Algunos hombres transportan a un amigo en el alma. Otros, conservan una familia o un trabajo. Unos pocos, albergan un país entero dentro. Aún menos, son los que sienten la vocación irrefrenable de fundar un imperio.
Estos hombres se levantan nada más ver el día. Te hacen olvidar las penas y el hambre. Te inspiran para conseguir alcanzar ese bellísimo horizonte. Combaten el tiempo como gigantes; sus manos del tamaño de una rueda de molino. Asestan su certero golpe en el corazón de la conciencia. Se hacen inmortales, y después se mueren, como todo el mundo.
Suaves Céfiros
Dos amantes recrean su universo secreto en un lugar solo conocido por los dioses y por los viejos locos solitarios. Caminando juntos cada mañana a la luz del mundo un rayo los eleva en suaves céfiros. Reunidos en la oscuridad de la noche, se cruzan las miradas en silencio, y se hablan encogiéndose de hombros.
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