RRSS - Del diagrama de Venn al Nudo Borromeo.
(Comunicación y alcance cognitivo promedio en sociedades superconectadas).

Pensando en cómo funcionan las economías de conjunto y las redes sociales, y en cómo deberían conducirse sus usuarios, a mi juicio se hace urgente incluir la navegación y el empleo responsable de estas redes en los planes educativos, realicé una serie de pequeños descubrimientos sin importancia. A saber, que el ser humano prefiere siempre respuestas simples era un hecho conocido, pero no termino de acostumbrarme a que encuentre siempre respuestas hechas a su medida, aunque ello suponga no respetar los límites de la inteligencia contraria, la cortesía debida, y de que aún a expensas de que la realidad que le rodea le sea ignota y ande a tientas sin la mediación efectiva del conocimiento específico y de la propia experiencia, el charlatán pontifica sobre esta o aquella cosa sin el menor rubor o recato, allá en Twitter como en La Tierra. Aunque el mundo real solo ofrece informaciones complejas y problemas de difícil solución, el común se lanza a criticar la opinión vertida por el otro sin tomar siquiera un respiro para analizar lo que se dice y sopesar una contestación acorde. El ego, es quizás solo ese atrevimiento del petulante cuando está desposeído de cualquier estudio, carácter, o prudencia. Es esa certeza no observadora de la realidad y fundada en la arrogancia del perfecto indocumentado que le hace autónomo para representar el ridículo con enfático patetismo. Allí, también como en la vida social, las redes simbólicas circulan alrededor de los núcleos de lo real. Un mundo representado es una nueva e inagotable perspectiva de lo ordinario, como si la vida no fuese ya lo suficientemente redundante. Si fuese posible predecir el futuro con fórmulas sencillas, muchos de nuestros coetáneos serían hoy acaudalados filántropos. Lo cierto es que vale la pena recordar que tal y como nos apuntaba el maestro “todo mensaje se puede comprimir en proporción directa a su contenido en redundancia o ruido, y en proporción inversa a su grado de información efectiva” Antonio Escohotado. Me interesa, de alguna manera, explicar esta relación entre mundo implicado, - el de una acción o serie de acciones y sus consecuencias -, en relación a este mundo de las RRSS y las apariencias, un mundo no concreto o un no lugar si se quiere. Véase el diagrama de Venn como paradigma de simplicidad; En el ejemplo clásico del pleonasmo: - Llueve, luego el suelo está mojado -.
El mundo complejo de la comunicación de redes entre personas, está basado en el tejido de interconectividad de sociedades complejas como las humanas del que ya existen sobrados ejemplos en la naturaleza, como son la organización de la colmena, el cardumen de peces, y el hormiguero de la hormiga roja africana. Estructuras que, por otra parte, sonrojan por su eficacia a nuestro ámbito social más amplio, un ámbito empobrecido y falto de concreción, triste y neumático, frío en la comunicación extrasensible, residual en los impactos afectivos duraderos, y evidentemente sujeto a desviación estocástica en personas, por otra parte, de un CI promedio y un currículo académico aparentemente normal.
 Pongamos que el ideario sistémico es una relación causal de tres individuos como máximo en los que el cuarto y el quinto solo ofrecen relaciones interpretativas, y el sexto y el séptimo interlocutores balbucean alguna impudicia en el terreno de la apropiación intelectual más fortuita. El diálogo continúa para establecer una relación superior entre los distintos tipos de realidad presentes en el discurso de los hombres. - Llueve, luego el suelo está mojado, en la fórmula para la función: f [(0,1)x[(x-y+1)](f1+x1+x2+x3)-, resolviéndose ad infinitum. Repasando el curso de esta prelación, recordamos que toda causa va unida a un efecto que es su consecuencia, a la que antecede. Filosóficamente, Platón y Aristóteles, seguidos por la escolástica, hacen aparecer al efecto como consecuencia necesaria de la causa, ligado racionalmente a ella. Para Aristóteles, todo ente depende de una causa. Las causas intrínsecas son: la causa material, que es la materia que conforma la cosa, y la causa formal, que es la que le otorga a la cosa una identidad, la que la hace ser lo que es. Las causas extrínsecas son: la causa eficiente, que es la que produce otra cosa; y la causa final, es la finalidad que se persigue. Ya desde Kant sabemos que además el mundo no es una causa sui, una causa de sí que como diría Spinoza, “es aquello que al actuar sobre lo ‘otro’, al mismo tiempo, sólo se produce a sí mismo”, cuestión que más tarde vendrá a ratificar Hegel en su fenomenología del espíritu, el primer tratado puramente ontológico que expone la realidad del mundo a la observación de sus consecuencias.

Llego a la conclusión de que no merece la pena discutir la prevalencia del pensamiento platónico en este mundo dominado por los egos en la red. Aunque alguien aparente una cierta inteligencia, es recomendable abstenerse de hacer exégesis o alocución alguna sobre esto o aquello, y se debe respetar en gran medida (hasta la indiferencia debe ser disimulada) aquello que se desprecia - cuestión que además debe ser comprendida solo en apariencia para no ofender al prójimo -. Estas redes nos dan una medida del narcicismo depredador de las redes sociales. Se mueven entre estas sin menoscabo de la colonización de espacios privados, hacia sistemas simples de anillos que se entrelazan, comunidades enteras de analfabetos funcionales, moviéndose hacia un modelo del diagrama de Borromi o nudo Borromeo, en el que los dos primeros anillos sirven como referencia y verificación de la categoría referencial del anterior, constituyéndose en un tercero, un cuarto, y un quinto anillo, sin hacer mayor aportación de la res cogitans que el binario (0-1), en un modelo similar al de los anillos olímpicos, donde todo el contacto es en apariencia sólido pero apenas fronterizo, superficial y meramente estéril (aquí los colores mantienen su integridad cromática y nunca se entremezclan). Veamos una sencilla fórmula para describir el patrón continuo desarrollado por los innumerables majaderos y mamarrachos que colonizan las RRSS: icons = J


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